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viernes, 26 de noviembre de 2010

Sangre artificial, la nueva esperanza de la medicina

Continuamente se piden donantes de sangre, pero estas donaciones, aunque valiosas, presentan numerosos riesgos para el receptor, incluidas enfermedades como la hepatitis C o el VIH. Ahora, según un artículo publicado el 10 de mayo en la versión en línea de The Guardian, Lance Twyman, Doctor por la Universidad de Kent, trabaja en su laboratorio de la Universidad de Sheffield en el desarrollo de una nueva sangre artificial que sería totalmente estéril e incluso se podría fabricar en forma deshidratada. Esto facilitaría su transporte y permitiría almacenarla de cara al futuro, bastando con añadir agua posteriormente para obtener sangre del grupo 0 negativo (el donante universal).

Twyman lleva tiempo intentando crear moléculas que imiten la naturaleza y ha encontrado las porfirinas, moléculas huecas de forma cuadrada que se combinan con metales como el hierro. "El hierro se encuentra en le centro de la molécula, como en el caso de la hemoglobina", señala Twyman. Sin embargo, aunque la hemoglobina de los glóbulos rojos contiene porfirina basada en hierro para unirse al oxigeno de forma reversible (es decir, para poder captar el oxígeno en los pulmones, transportarlo y liberarlo en los tejidos), la profirina no funciona sola, ya que acaba por reaccionar con el oxígeno en lugar de enlazarse simplemente a él. Por ello, según Twyman, es necesario combinar la química de la porfirina con la química de polímeros para obtener una molécula que imite la hemoglobina.

Tras cinco años de desarrollo, combinando la porfirina con monómeros que se autoensamblan en estructura de árbol, Twyman ha logrado una molécula extremadamente similar a la hemoglobina en forma y tamaño y que, además, ofrece el entorno adecuado alrededor del núcleo de la porfirina para que se enlace el hierro y libere el oxígeno. El aspecto de esta sangre artificial es el de una pasta de color rojo oscuro, con la consistencia de la miel y soluble en agua.

El hecho de poner sangre plástica en el cuerpo, aunque sea para salvar una vida, suena arriesgado, pero Twyman señala que las porfirinas son naturales. Según él, el componente polimérico sería ignorado por sistema inmunológico del cuerpo humano y existen usos médicos en la actualidad que reafirman su postura; sin embargo, de momento, su experimento se limita a tubo de ensayo.

Según Twyman, una de las principales aplicaciones sería el campo de batalla o un lugar en el que se haya producido un desastre importante y donde aportar sangre con rapidez pueda salvar muchas vidas ya que, a diferencia de la sangre donada, ésta es fácil de almacenar y se mantiene a temperatura ambiente.

Actualmente, se está desarrollando una segunda generación de moléculas para realizar una investigación más rigurosa y, si todo va bien, el uso en humanos podría ser lo siguiente.

Otros investigadores se muestran escépticos al respecto y señalan que todavía queda mucho por investigar antes de poder afirmar nada.

Fuente: Guardian Technology

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Descubren oxígeno y dióxido de carbono en atmósfera de una luna de Saturno

La sonda Cassini ha detectado oxígeno y dióxido de carbono en Rhea, la luna helada de Saturno, aunque no suficiente como para que se den las condiciones de vida humana, informó hoy la agencia espacial estadounidense NASA.

Esta es la primera vez que un orbitador capta directamente con sus instrumentos moléculas de oxígeno en la atmósfera, aunque los científicos han precisado que es muy delgada y la densidad de oxígeno es 5 billones inferior a la de nuestro planeta.

No obstante, la formación de oxígeno y dióxido de carbono podría mostrar una compleja unidad química de las superficies de otros cuerpos helados en el universo, destaca Efe.

"Los nuevos resultados sugieren que procesos químicos más complejos que incluyen oxígeno pueden ser bastante comunes en todo el sistema solar e incluso nuestro universo", dijo Ben Teolis, un científico del equipo de la Cassini con base en el Southwest Research Institute en San Antonio.

"Esta química podría ser un prerrequisito para la vida", señaló Teolis, quien precisó que de momento todos los datos de Cassini indican que Rhea es demasiado fría y no tiene el agua líquida necesaria para la vida tal como la conocemos.

"Rhea está resultando ser mucho más interesante de lo que habíamos imaginado", dijo Linda Spilker, científico del proyecto Cassini del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL), en Pasadena, California.

La tenue atmósfera con oxígeno y dióxido de carbono hace que Rhea, la segunda luna más grande de Saturno, sea única en el sistema de este planeta. Titán, otra de sus lunas, tiene una densa atmósfera de nitrógeno y metano, pero muy poco dióxido de carbono y oxígeno.

"El hallazgo de Cassini pone de relieve la rica diversidad de las lunas de Saturno, y nos da pistas sobre cómo se formaron y evolucionaron ", señaló.

Los científicos habían sospechado Rhea podría tener una fina atmósfera con oxígeno y dióxido de carbono, basado en observaciones a distancia de las lunas heladas de Júpiter por la sonda Galileo de la NASA y el Telescopio Espacial Hubble.

Otras observaciones de Cassini detectaron oxígeno de partículas heladas de los anillos de Saturno pero hasta ahora no había captado oxígeno y el dióxido de carbono en la exosfera de Rhea, hasta que la NASA acercó la sonda a 101 kilómetros de distancia.

La sonda Cassini, que orbita Saturno, es un proyecto conjunto de que maneja la NASA, de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la italiana (ASI).

Cassini fue lanzada al espacio en octubre de 1997 junto con la sonda Huygens de la ESA. La nave llegó a las inmediaciones de Saturno en 2004 para iniciar el estudio de Titán, la luna mayor del planeta.

Desde entonces los 12 instrumentos de Cassini han estado transmitiendo información del sistema de Saturno durante casi seis años, pese a que se suponía que debía concluir su actividad a finales de 2008.

La NASA decidió este año prolongar su misión hasta 2017, lo que permitirá a los científicos estudiar los cambios climáticos en el planeta y en sus lunas. La sonda robótica también continuará su observación de los anillos de Saturno, así como de la magnetosfera del planeta, además de su estructura interna.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Transporte del futuro: Coches que vuelan.

El sueño de cualquier conductor atrapado en un cola de tráfico es poder apretar un botón, subir encima de los coches alrededor y volar a casa, llegando justo a tiempo para la cena.
Según los últimos avances tecnológicos, este sueño – o en otras palabras un vehículo práctico que permite llevar a sus pasajeros unos 322 kilómetros por el aire y hasta 24 kilómetros por tierra – tardará todavía una décadas en llegar.

Pero ingenieros de la NASA, de Boeing Co. Y otras empresas punteras dicen que los fundamentos para crear un vehículo de estas características ya existen. De hecho desde hace décadas, equipos de investigación han estado intentando construir vehículos de este tipo. El problema es que la mezcla de coches y aviones es una mezcla cara y complicada, pero no por ello inalcanzable.

En la NASA, el primer objetivo es transformar aviones pequeños y dentro 5 años investigadores de la NASA esperan desarrollar tecnología que permite crear un avión pequeño que pueda salir de aeropuertos regionales, cueste menos de $100,000 (83,192 Euros), hace tan poco ruido como una motocicleta y cuyo funcionamiento es tan sencillo como el de un coche. Aunque no tendría capacidad de ir sobre la tierra, su ventaja sería que su sencillez permitiría a las personas normales utilizarlo para viajar distancias cortas.

Dentro de 10 años la NASA espera haber creado la tecnología que permite ir de puerta a puerta. Es decir, vehículos que, aunque su esencia central sería siendo la de un avión pequeño, fuesen capaces de ir sobre tierra, una distancia corta. Por ejemplo serían capaces de aterrizar en el aeropuerto más cercano y luego ir a casa sobre tierra.

Dentro de 15 años la NASA pretende disponer de la tecnología que permite fabricar vehículos que puedan ir por aire y tierra en los que quepan hasta 4 pasajeros y que sean capaces de hacer despegues verticales. Una vez perfeccionados estos nuevos vehículos del futuro, tardarán un poco más hasta llegar al mercado – según algunos expertos hasta 25 años.

No obstante, equipos de investigación de Boeing en Seattle ya han creado un modelo en miniatura de una mezcla de helicóptero y coche híbrido que le ayuda a la empresa comprender qué hace falta para convertir en realidad el concepto de un coche volador. Su objetivo es crear un coche que vuela que cueste lo mismo que un coche de lujo y que resulte tan económico en cuanto a combustible, y tan fácil de conducir y de mantener.

Por otra parte, empresas más pequeñas también están desarrollando tecnología que permita fabricar coches que vuelan. Moller Internacional ya ha fabricado un prototipo llamado Skycar (“coche del cielo”) diseñado para hacer despegues verticales, volar hasta 1.126 kilómetros y conducir distancias cortas sobre carreteras. Según la empresa, los coches saldrán al mercado a un precio que redondea el millón de dólares, y sus conductores necesitarán un carnet de piloto de avion. Por lo visto más de 100 personas ya han pagado una fianza de $5.000 para conseguir uno de los primeros ejemplares que salgan al mercado.